La mente humana ha sido durante mucho tiempo un fascinante tema de estudio. La comunicación y el marketing son solo dos campos que han intentado dar sentido a este vasto universo lleno de misterios.
De muy diversas maneras, la comunicación y el marketing han tratado de explicar investigaciones y teorías que intentan responder a preguntas como por qué una persona elige una marca en lugar de otra, cómo responde el cerebro a distintos bienes o servicios, cómo funciona el impacto de los anuncios, cómo se generan determinados hábitos de compra, cuáles son las verdaderas motivaciones para consumir, entre muchas más.
El neuromarketing, un campo que combina la psicología y el marketing, se creó precisamente como resultado de esta propensión a estudiar la mente y el proceso neuronal para comprender las decisiones de compra. Junto con la transformación digital y el avance tecnológico, el neuromarketing ha cobrado un impulso impresionante.

Neuromarketing: ¿Qué es?
Para entender cómo interactúan las personas con una marca, cuáles son sus deseos, motivaciones, intereses y razones subyacentes para comprar algo, el neuromarketing aplica los principios de la neurociencia al estudio de los procesos mentales y los comportamientos de compra de las personas.
Dado que las decisiones suelen estar formadas por motivos que surgen en el fondo de la mente, a pesar de que el cerebro nos haga creer que se tomaron de forma lógica, entender las funciones cerebrales requiere centrarse en el inconsciente. De hecho, según una investigación de la Universidad de Harvard, el 95% de los juicios sobre qué comprar son subconscientes.
El cerebro humano se divide en tres regiones: el cerebro límbico, que alberga las emociones, el neocórtex, que es la región más reciente en la evolución de la humanidad y se conoce como el "cerebro de la razón", y el cerebro reptiliano, que es la región más antigua y cuyas funciones son las más fundamentales, como respirar, sentir hambre, sobrevivir, etc.
Aunque un anuncio afecta a los tres cerebros, una reacción -en este ejemplo, una reacción de compra- sólo se desencadena cuando se ve afectada la región reptil del cerebro. Un planteamiento de marketing debe apelar al lado razonador del cerebro y, al mismo tiempo, provocar una emoción y un instinto fundamental que, aunque a veces se pasen por alto, servirán de motor principal de la compra.
¿Por qué utilizar el neuromarketing?
Según el blog de Sube Agencia, el neuromarketing se basa en la neurociencia y la psicología para comprender cómo reaccionan y responden los consumidores a estímulos sensoriales específicos que se presentan en anuncios de productos y contenidos. Esto conduce al descubrimiento de patrones de comportamiento que facilitan y mejoran las interacciones entre consumidores y marcas.
Este estudio examina los requisitos tácitos, los deseos y las fuerzas motrices del comportamiento de los consumidores. Para que una marca alcance sus objetivos de marketing y ventas, esta información es crucial.
Un estudio de neurociencia descubrió que las decisiones de los participantes se tomaban 11 segundos antes de que las expresaran conscientemente, lo que demuestra que es el impulso emocional el que toma la decisión. El neuromarketing tiene más probabilidades de establecer las reglas para que una marca aumente el engagement porque se ocupa de las emociones.
En contraste con los resultados de los estudios de mercado, el neuromarketing ofrece nuevas perspectivas sobre las preferencias de los consumidores.
